Al contrario que "En busca de
Wonderland", cuyo adelanto podéis leer en la entrada anterior y que se
trata de una historia completamente original, ésta "Venganza de
Caperucita" está basada en el famoso cuento de Caperucita Roja que todos
conocemos pero añadiendo un final alternativo, mucho más oscuro, en lugar del
típico "fueron felices y comienron perdices".
El relato completo se incluirá en el libro "La
onomatopeya del ladrido" que se publicará en breve.
"La luz de la antorcha
alumbró la figura del lobo, que salía casi arrastrándose desde un pequeño
agujero en la pared de roca. Su pelaje estaba sucio y su cuerpo extremadamente
delgado era sostenido a duras penas por cuatro finas patas temblorosas que
parecían a punto de quedarse sin fuerzas con cada paso. Sus ojos, que relucían
con el color de las mismas llamas que le alumbraban se clavaron en ella y una
enorme boca repleta de dientes amarillentos se entreabrió.
—¿Has venido a regodearte en mi
desgracia, niña? —dijo el lobo con una voz áspera y pesada.
—N… No —fue todo lo que ella se
atrevió a decir.
—¿Y entonces a qué se debe tu
presencia si no es para admirar lo que los humanos habéis hecho conmigo? Apenas
soy una sombra de lo que fui, y todo gracias a la fama que tú y los tuyos me
creasteis —dijo con una voz tan oscura como una tumba.
—Sé que no fuiste tú —acertó a
decir Caperucita a pesar de su miedo.
El lobo pareció enmudecer y sus
ojos se abrieron hasta adquirir una expresión de sorpresa que rápidamente
volvió a convertirse en la calma amenazante característica de los de su
especie.
—Eso ya lo sabía yo, niña. Solo
que a nadie nunca se le ocurrió preguntar mi opinión.
—Porque todos te temen.
—¡Por supuesto que me temen!
—aulló—. ¡Os habéis asegurado de que así fuera!
Caperucita dio un gran paso
atrás, asustada por la furia del lobo y se encontró con la pared de la cueva.
Instintivamente colocó la antorcha entre ella y el animal pero éste no pareció
amedrentarse y se colocó tan cerca de ella que por fuerza debía de estar
quemándose.
—Todo fue un plan del cazador
—dijo Caperucita sollozando sin parar—. Se disfrazó de ti para impresionarme y
quedarse conmigo. He sido su trofeo y su criada durante todos estos años.
El lobo retrocedió, alejándose
de ella y del fuego.
—Entonces te repetiré la
pregunta que te he hecho cuando has entrado aquí —dijo el lobo con más calma—.
¿A qué has venido a mi cueva, Caperucita? ¿En qué puede ayudarte este viejo y
cansado lobo?
—Venganza —dijo ella con odio.
El lobo se relamió los dientes."
¡Gran arranque!
ResponderEliminarInteresante a la par de inquietante.
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