El International Standard Book Number, o ISBN para los amigos, es un
código que podremos encontrar en la inmensa mayoría de libros,
generalmente en las páginas de cortesía o incluso en la
contraportada junto al código de barras y que sirve para identificar
ciertos parámetros del mismo como la editorial de la que proviene,
el país en el que se ha editado etc... Desgraciadamente con el paso
de los años se le han ido atribuyendo algunas cualidades que no
posee, hasta el punto de mitificarse de una forma bastante
innecesaria. Con esta breve entrada trataré de arrojar algo de luz
sobre él y orientar de paso a nuevos autores sobre si deben o no
incluirlo en sus obras. Vamos allá.
Lo primero a tener
en cuenta y lo voy a poner bien grande es que el ISBN NO es
obligatorio. Desde hace ya unos cuantos años cualquiera puede
publicar un libro sin tener que tramitarlo y sin obligación alguna
de tener su libro registrado en ninguna parte.
Otra cosa a tener en
cuenta es que el ISBN no proporciona ningún tipo de derecho de
autor. Aunque llegado el caso podría servir para demostrar la
autoría de una obra robada o plagiada, hay que recordar que los
derechos de autor se otorgan de forma automática a éste en el
momento de publicar una obra, sea en papel u online y no es necesario
realizar otra acción para ello. En este sentido el ISBN es igual de
válido que el registro de propiedad intelectual o un simple código
de Safe Creative, por ejemplo.
Por último y
metiéndonos en el submundo del folklore popular más oscuro debo
decir que el ISBN no es ninguna garantía sobre la calidad de la
obra. Sé que no debería decirlo, pero no está de más recordarlo.
Hay gente que cree que los ISBN son otorgados por las mejores
editoriales solamente a los libros más selectos, como un código de
calidad incuestionable. NO es así. Cualquiera puede solicitar un
ISBN y ponérselo a la lista de la compra si lo desea. Y adentro
anécdota.
Recuerdo
que hace un par de años, cuando publiqué "La onomatopeya del
ladrido y otros relatos pulp" y lo
estaba promocionando
online, un señor se mostró interesado por el pdf del libro y tras
indicarme que 4€ le parecía un precio excesivo me comentó que no
me lo iba a comprar porque no tenía ISBN y eso no le garantizaba que
mi libro tuviese calidad alguna. No quise entrar en explicaciones
sobre este tema, así que dejé correr a ese cliente potencial y me
dediqué a buscar a otro público menos tiquismiquis y mejor
informado.
Curiosamente
de mis cinco
libros publicados hasta la fecha "La onomatopeya..." es uno
de los dos que
llevan ISBN.
Y ahora os estaréis
preguntando porqué si ese número no sirve aparentemente para nada,
habría que pagar los 50€ (aproximados, desconozco como está la
tarifa actualmente) que piden por él. Pues ahí van algunas razones.
Aunque ya no es
obligatorio, el ISBN es el código identificativo que utilizan
librerías, distribuidoras y bibliotecas para clasificar los libros.
Sin él, la tarea de meterlo en una base de datos y archivarlo se
complica hasta el punto de que pueden rechazarlo directamente. Yo
mismo he tenido alguno de mis libros sin ISBN etiquetado como
"artículo de regalo" en librerías, con la consiguiente
dificultad a la hora de verlo en estanterías y para recuperarlo
llegado el momento de quitarlo de la venta. Igual pasa con
bibliotecas que no encuentran la forma de exponerlo o meterlo en sus
redes internas con las que se comunican con otras bibliotecas en
busca de información de autores o búsquedas de ejemplares.
Es por ello que
debemos tener claro antes de solicitar el trámite del ISBN qué
queremos hacer con nuestra obra, hacia donde encaminarla y a qué
público llegar. Un libro con grandes expectativas de proyección
debería llevar ese código o se encontrará muchas puertas cerradas,
pero si lo que queremos es venderlo en mano, sean ferias o eventos
propios, o directamente a través de nuestra web/ redes sociales, es
un dinero y una molestia a ahorrarnos.
Y esto es todo lo
que puedo contar sobre este bello código. En próximas entradas
hablaré sobre el depósito legal, ese otro trámite que lleva de
cabeza a algunos y que al contrario que el ISBN sí es obligatorio...
con algunas excepciones.
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