Cualquiera
que esté mínimamente metido en alguna red social se habrá dado cuenta del
fenómeno: Cada vez que se acerca el estreno de una nueva película o la emisión
de la nueva temporada de la serie de moda, comienzan a aparecer “memes”
pidiendo que nadie haga “spoilers”. Pero… ¿Qué son los spoilers?
Spoiler
es un término anglosajón que podría traducirse de forma coloquial como
“aguafiestas” y que para el caso que nos ocupa, se refiere a aquellos que te
estropean una película, serie o libro contándote cómo termina. Esto, que antes
no tenía mayor importancia, se ha convertido en un motivo de preocupación
debido a la enorme conexión que suponen las redes sociales y a la facilidad que
tienen algunos pocos para estropear el estreno a muchos otros. Y precisamente sobre
algo relacionado con este tema hablaré (mejor dicho escribiré) hoy.
Hace
algún tiempo me topé con alguien en una red social que me explicó que cuando
llegaba un libro a sus manos lo primero que hacía era leer el último capítulo y
que si le gustaba el final, comenzaba a
leer el libro. Me pareció un comportamiento cuanto menos curioso, ya que se
trataba de un “autospoiler” en toda regla, por lo que le pregunté sobre el
tema. Su respuesta me hizo pensar y al final tuve que darle la razón en que no
era una cosa tan extraña lo que hacía.
Y ahora
debo hacer una pausa ya que no logro recordar quién era esa persona ni si tal
reflexión venía como consecuencia de una entrada en algún blog, por lo que
puede ser que esto que voy a escribir ya esté publicado en algún lugar y
posiblemente mejor expresado. Si es así, le pido disculpas por haber copiado su
idea y en cualquier caso me reafirmo en la necesidad de escribir yo mi punto de
vista.
“Los spoilers
no son malos”, sería el resumen. Los “spoilers” no son malos a no ser que el
producto (película o libro) también lo sea (mala), sería un resumen más exacto.
Y es que cuando nos encontramos ante una buena obra, conocer de antemano el
final no debería impedirnos disfrutarla. Pensemos en ello.
¿Por
qué somos capaces de ver algunas películas innumerables veces mientras que
otras nos basta con un visionado para tener suficiente? ¿Por qué algunos
clásicos siguen sobreviviendo hasta día de hoy mientras que otras obras,
algunas de ellas de gran éxito en su estreno, caen en el olvido? Me refiero a
libros como “El perfume” de Patrick Sunskin o “El extraño caso del Dr. Jekyll y
Mr. Hyde” de R.L. Stevenson. Todos sabemos como terminan pero a pesar de
tratarse de finales sorprendentes con giros inesperados, seguimos leyéndolos
con deleite. ¿Por qué hay películas que siguen manteniendo esa chispa inicial,
a pesar de que todo el mundo sabe cómo terminan? La respuesta está en que son
buenas obras, y ello está más allá de cualquier climax.
Muchas
de las películas y libros que aparecen en nuestros mercados anunciados como grandes
obras, no son más que paja rematada con un final que sorprende y que deja buen
sabor de boca, pero nada más. Muchas de las series que hoy en día se consumen
con avidez, no son más que pequeños momentos de emoción situados
estratégicamente al final de cada capítulo para avanzar una trama más o menos
interesante con la intención de enganchar al público un capítulo más.
Tomemos
como ejemplo a esas películas de “terror” que se basan en dar sustos al
espectador para que salga del cine con la sensación de haber pasado miedo
mientras que solo se ha visto sometido a una serie de sorpresas para alterarle
el ritmo cardíaco. ¿Dónde quedan esas películas hoy en día? ¿Por qué volvemos
al “El Resplandor” y a “Misery” cuando queremos nombrar buenas películas del género?
Al
final, sean libros, películas, series o videojuegos, no deberíamos de
preocuparnos por saber el final de antemano, ya que lo que deberíamos buscar es
disfrutar de la obra desde el minuto uno y hasta que ésta terminara, no solo
del final sorprendente y que hace que el montón de paja en el que hemos estado
buceando cobre algo de sentido.
La
conclusión a la que quiero llegar es, que los spoilers no deberían ser algo a
tener tan en cuenta como hacemos y que quizás deberíamos “spoilear” más para distinguir
las buenas obras de las que no lo son tanto.
Y si.
Bruce Wills estaba muerto desde el principio. Por eso la película era tan mala.
¿A que no sabéis de quién era hijo este chaval? |