lunes, 20 de mayo de 2019

Una tertulia literaria



Son muchas las veces en las que pienso que estoy haciendo las cosas mal. No dejo de ver por las redes a escritores que venden libros y ven sus grupos de seguidores aumentando sin parar gracias a estrategias como centrarse en un único género, ceñirse a una única forma de publicación (a través de Amazon generalmente) y a trabajar, casi a tiempo completo, en las redes sociales. Por lo visto esa combinación de trabajo bien hecho, constancia y, por qué no decirlo, publicidad bien colocada, en algunos casos dan sus frutos con el tiempo. Pero yo no soy capaz de eso.

La regularidad con la que escribo se rompe al toparse con los distintos formatos que doy a mis libros, las maneras de presentarlos y promocionarlos, las dudas que me surgen a la hora de ofrecerlos al público y con mi escasa habilidad en internet, algo esencial hoy en día para darse a conocer. A veces me siento como si estuviera ante una barrera invisible que me impide avanzar en ciertas direcciones y que me resulta imposible romper. Reconozco que me frustro más de lo que me gustaría y que en ocasiones me dan ganas de hacer borrón y cuenta nueva, vender mi alma a alguna de esas "editoriales" que les ponen sellos de colorines a los libros y dejarme llevar por la apacible corriente de las ilusiones literarias. Pero siempre, de un modo u otro, acabo buscando la satisfacción en la cercanía, apuntándome a proyectos diferentes y rompiendo otras barreras que quizás no conduzcan al éxito y a la fama pero me proporcionan satisfacción a nivel personal. Y este fin de semana pude hacer algo de lo que estoy orgulloso.

Hace unas semanas decidí colaborar con otra de las actividades (de la anterior hablé en la entrada que hay más abajo) que organiza periódicamente el PEC (Punto de encuentro cultural de Novelda) y que consiste en realizar tertulias alrededor de una mesa para tratar temas relacionados con el arte y/o la cultura. Elegí hablar de la literatura "pulp" y su influencia en el arte audiovisual de la actualidad y a pesar de que la palabra "tertulia" implica que no iba a hablar solo yo, me preparé un texto extenso por si el público era escaso o menos participativo de lo esperado. Reconozco que llegué al lugar dudando. Se me da bien el entretener con mis textos y ocurrencias pero lo de esa tarde iba a ser pura teoría y hacer que la gente se aburra no entraba en mis planes, pero nada más lejos de la realidad.

El público fue numeroso para lo que suelo reunir, aunque menor que en anteriores encuentros por lo que me comentaron los organizadores, y pareció interesado por el tema a tratar. Debate hubo poco pero sí preguntas, comentarios y dudas que por lo general supe responder. Me encontré con caras nuevas, lo cual siempre es satisfactorio porque me permitió salir del cómodo público formado por familiares y amigos que habitualmente tengo y al final incluso me animé pude levantarme de la silla para relatar un pasaje bíblico (el primer relato pulp de la historia según los expertos en esa disciplina) en tono de humor, que lejos de levantar ampollas (temía que hubiera público religioso que pudiera ofenderse) pareció gustar.

Y después de escabullirme de los apretones de manos y las felicitaciones por el trabajo bien hecho volví a casa, preparé las cosas para enfrentarme a otra semana de trabajo normal de persona normal en un ejercicio de readaptación a la realidad que ya practico como un ritual. Como una purga. Como un quitarme el disfraz de escritor para volver a ser ese camionero hastiado... Aunque cada vez me siento más como si en realidad el disfraz fuera el otro, cubriendo con pudor al escritor que llevo dentro y que de vez en cuando se atreve a dar la cara en pequeñas manifestaciones como la tertulia de este fin de semana.

2 comentarios:

  1. Eres un formato de héroe enmascarado detrás de un volante, superletras de la carretera, escribiendo destinos imaginados... Congratulations!!

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Amor de primate. Una breve novelita de muy pocos megabytes.

Hay quien dice por ahí que los buenos tiempos del papel ya han llegado a su fin; que entre pdfs, kindles, podcasts y audiolibros, el libro t...