Hoy en día la autoedición puede que sea la opción
más utilizada para que autores, tanto noveles como veteranos, vean
su obra publicada. Y no hablo solo de libros sino también de música,
juegos, etc... El gran monopolio de las editoriales parece que se
resquebraja ahora que internet nos pone en bandeja mil y una formas
de publicar, además de las imprentas de barrio que casi todas poseen
su propia firma. Desgraciadamente, y aunque esto pueda parecer a
todas luces positivo, también tiene su lado oscuro, ya que la falta
de filtros hace que cualquier cosa valga y por lo tanto descienda la
media de calidad de las nuevas publicaciones, lo que hace que muchos
sectores (editores tradicionales, libreros y también el público),
menosprecien la autoedición hasta puntos casi ofensivos. Yo mismo he
oído frases como "te autoeditas porque ninguna editorial te
quiere publicar" o incluso "la autoedición es como la
prostitución pero cambiando sexo por libros" y cuidado que no
digo que esto no sea cierto, pero deberíamos tener en cuenta los
matices, que són los motivos que llevan a cada uno a autopublicarse.
La imágen que todos tenemos en mente al pensar en
autoedición es la del pobre escritor al que novela en mano, le dan
con la puerta en las narices en todas las editoriales hasta que una
noche en un cruce de caminos aparece una figura misteriosa envuelta
en brumas y con olor a azufre y le ofrece firmar un contrato para
lograr el éxito con su novela. El pobre incauto firma en el recuadro
correspondiente y ve como de repente y a golpe de talonario (todo
tiene un precio), tiene su libro en las manos y da entrevistas en la
tele en las que habla sobre sus numerosas ventas y el éxito de sus
presentaciones. Es una bonita historia, mucho más común de lo que
algunos piensan y con puntos mucho más oscuros de los que aquí he
tratado (presentaciones de pega con el público comprado, falsas
cifras de ventas, críticas posiivas en blogs de amigos de la
editorial...) para subir el ego del autor y que se sienta "como
un escritor de verdad" (otra frase que he oído) y alimentar así
esta nueva industria. Pero cuidado porque existen otros casos, y no
se pueden dejar de lado. Y como la cosa va de ejemplos, voy a
explicaros el mio.
Yo me llamo Josep. En internet casi todo el mundo que
me conoce lo hace a través de mi afición por los juegos de rol, las
pelis de marciantitos y robots y como no, por mi faceta de escritor
(autopublicado) de un librito de relatos y demás. Pero mi realidad
es otra, ya que muy a mi pesar no me paso la vida jugando con
muñequitos, leyendo y escribiendo sino que la gran mayoría de mi
tiempo estoy trabajando; y mi trabajo consiste en conducir un camión
de veintiseis toneladas y realizar labores de carga y descarga de
enormes piezas de marmol con un peso más que considerable. Son
muchas horas al día y el nivel de peligrosidad es alto; no hay año
que algún compañero no se deje la vida a causa de algún fallo
humano o técnico, y es que cuando te caen encima varias toneladas de
piedra es lo que pasa. ¿Y a donde quiero llegar con todo esto? Pues
a que me gusta escribir. Me abstrae, me relaja, me hace feliz... Como
me hace feliz maquetar, corregir, revisar, publicar, presentar,
promocionar... Y no voy a enviar cartas a editoriales tradicionales
ya que pueden pasar años hasta que alguna de ellas muestre interés
por lo que escribo, si es que eso sucede algún día, y yo quiero
hacerlo ahora, disfrutarlo ahora, porque no estoy dispuesto a
sacrificar tanta satisfacción por los criterios de un editor. Además
que puedo morirme en cualquier momento, y no quiero perderme nada por
esperar a que las editoriales tradicionales vengan a por mi.
Resumiendo: La autoedición no solo es una opción para
los rechazados, los impacientes o los necesitados de un ego mayor;
también es una opción elegible por aquellos que como en mi caso, no
deseamos formar parte de una gran editorial ni ganar dinero con esto,
ni tener que escribir sometido a plazos, sugerencias ni exigencias de
nadie. La autoedición es la mejor opción para los que nos
divertimos escribiendo y no esperamos más que la satisfacción de
hacer lo que nos gusta.
Buena reflexión. La profesionalización suele traer una mejora en la calidad, pero no es la única forma de hacer las cosas bien. Incluso seguro que se puede ser profesional con la autoedición, no lo dudo.
ResponderEliminarTal com están las cosas hoy en día, las grandes editoriales se esfuerzan bien poquito en ofrecer la calidad de antaño. Libros escritos por youtubers o famosos de tv, malas ediciones...
EliminarYo no apostaría por ellas ahora mismo.